martes, 22 de noviembre de 2011

EVALUACIÓN ESPECIAL 1° M

GUÍA DE COMPRENSIÓN DE LECTURA
Lee los minicuentos y luego desarrolla las actividades propuestas.
CUENTO 1.
“La voz del reloj cantó en la sala: tic, tac, las siete, hora de levantarse, hora de levantarse, las siete. La casa estaba desierta. El reloj continuó su tic tac, repitiendo y repitiendo su llamado vació.
El horno emitió un siseante suspiro y ocho tostadas perfectamente doradas, ocho huevo fritos, dieciséis lonjas de jamón, dos tazas de café y dos vasos de leche fría brotaron de su amplio interior.
Hoy es día de pago de la póliza del seguro, hoy se debe pagar la cuenta del gas y del agua, gritó una voz metálica desde el parlante de la cocina.
Pero nadie apareció, nadie llegó a la cocina...
A las ocho y media los huevos arriba de la mesa estaban resecos y las tostadas duras como piedras, la voz del parlante preguntó: ¿No van a desayunar, los señores? (nadie respondió), como no obtengo respuesta supongo que no, repitió la voz metálica. De inmediato un brazo de aluminio arrojó la comida al vertedero y otro brazo tomó los platos y tazas sucias llevándolas hacia la máquina de lavar desde donde aparecieron relucientes en un par de segundos.
A las nueve y cuarto gritó el reloj: Hora de limpieza. De inmediato aparecieron decenas de artefactos robotizados que se encargaron de limpiar la alfombra, los pisos, las paredes y todo lo que tuviera alguna mancha o suciedad. Esto ocurrió en unos minutos y en medio de una barahúnda infernal para luego desaparecer hacia sus lugares de guardado.
A las once y media la voz metálica dijo: Señores, debo informarles que la energía que mantiene la casa se está agotando, así que les recomiendo que carguen las baterías nucleares ahora, para que no tengamos problemas con todos los artefactos.
Pero nadie respondió.
A las tres de la tarde se oyó una enclenque voz metálica que decía: Señores, debo informarles que la energía se ha acabado, por lo tanto, de aquí en adelante ningún artefacto podrá cumplir con sus labores. Si desean salvar esta situación todavía tienen tiempo de cargar las baterías.
Pero nadie respondió...”

1.- ¿Cuál es el tipo de AMBIENTE que se observa en el cuento?
a) De ciencia Ficción
b) legendario
c) del absurdo
e) realista

2.- BARAHÚNDA
a) Locura
b) Sensación
c) Conversación
d) Bulla
e) Casa

3.- ENCLENQUE
a) renovada
b) sonora
c) débil
d) sugerente
e) siseante



CUENTO 2: FÁBULA
Un pastor se encuentra con un lobo.
- ¡Qué hermosa dentadura tiene usted, señor lobo! Le dice
- ¡Oh!- responde el lobo- mi dentadura no vale gran cosa, pues es una dentadura postiza.
- Confesión por confesión, entonces- dice el pastor-; si su dentadura es postiza, yo puedo confesarle que no soy pastor: soy oveja. (Braulio Arenas)

1.- ¿Cuál es el tema central de este texto?
a) Las apariencias engañan.
b) La lucha entre los lobos, los pastores y las ovejas.
c) La conversación entre dos enemigos.
d) La naturaleza es sabia.
e) La búsqueda de la paz entre los animales.

2.- ¿En qué recurso literario está basada la estructura de este texto?:
a) En explicaciones sucesivas.
b) En varias definiciones.
c) En comentarios aclaratorios.
d) En caracterizaciones específicas.
e) En diálogos.

3.- Qué figura literaria sustenta el anterior trozo de lectura:
a) metáfora.
b) comparación
c) hipérbole
d) antítesis
e) personificación


CUENTO 3 El patito
Un patito amarillo corre delante de mí en todo sentido; es gracioso con su pancita blanca que se arrastra entre la hierba húmeda y sus patitas vacilantes. Grazna desesperado y sin cesar: “¡dónde está mi mamá, dónde están todos!”
Es una gallina la que ha servido de mamá. Le pusieron un huevo de pata además de los suyos, y los incubó todos juntos con su calor.
En previsión del mal tiempo que se aproxima, los dueños de la granja pusieron bajo techo su casita -un viejo canasto roto- y la cubrieron con una bolsa.
Están todos allí menos éste que se ha perdido.
-ven aquí, pequeñuelo, ven a mis manos.
¿Cómo se afirma la vida en este pequeño ser? Pareciera no ser nada; sus ojos son igual que dos perlitas negras; sus patas parecen las de un gorrión. Bastaría apretar un poco la mano... y habría dejado de existir.
Sin embargo, es tibio. Su pequeño pico rosado se abre impetuosamente. Y he aquí que ya en su comportamiento se ha diferenciado de sus hermanos.
Nosotros iremos muy pronto a Venus. Nosotros, si nos ponemos de acuerdo, en veinte minutos podríamos trastornar toda la Tierra.
Pero jamás, jamás, con todo nuestro potencial atómico, lograremos reconstituir en una probeta -aunque nos den las plumas y los huesos- este efímero y hermoso patito amarillo, minúsculo, indefenso, imponderable.
(Alexander Solzhenitzin)

1.- ¿Cuál es el tema central de este texto?
a) La belleza inexplicable de un ser de la naturaleza, en este caso un patito.
b) Como podemos obtener un bello patito, incluso incubándolo una gallina que actúa como madre sustituta.
c) La sorpresa del narrador al ver un lindo patito perdido.
d) Los grandes problemas que tiene el mundo como ejemplo las armas atómicas.
e) Los animales de una granja que posee el narrador del texto.

2.- Cuando el narrador dice:“...Nosotros iremos muy pronto a Venus. Nosotros, si nos ponemos de acuerdo, en veinte minutos podríamos trastornar toda la Tierra...”. Con el “nosotros” se refiere a:
a) Su grupo de amigos.
b) Los dueños de la granja.
c) Los escritores del mundo.
d) La humanidad.
e) Los inventores de cohetes espaciales.

3.- IMPETUOSAMENTE
a) Ruidosamente
b) Tiernamente
c) Inadecuadamente
d) Reiteradamente
e) Vigorosamente

4.- EFÍMERO
a) Excelente
b) Porfiado
c) Fugaz
d) Silencioso
e)Débil



CUENTO 4 EL DIOS DE LAS MOSCAS
Las moscas imaginaron a su dios. Era otra mosca. El dios de las moscas era una mosca, ya verde, ya negra y dorada, ya rosa, ya blanca, ya purpúrea, ya añil. Una mosca inverosímil, una mosca bellísima, una mosca monstruosa, una mosca terrible, una mosca benévola, una mosca vengativa, una mosca justiciera, una mosca joven, pero siempre mosca. Algunos aumentaban su tamaño hasta volverla colosal como un buey, otros la ideaban tan microscópica como un punto en el espacio. En algunas religiones carecía de alas (“Vuela, sostenían, pero no necesita alas”), en otras tenía infinitas alas. Aquí disponía de antenas como cuernos, allá los ojos le comían toda la cabeza. Para unos zumbaba constantemente, para otros era muda pero se hacía entender lo mismo. Y para todos, cuando las moscas morían, los conducía en vuelo arrebatado hasta el paraíso. Y el paraíso era un trozo de carroña, hediondo y putrefacto, que las almas de las moscas muertas devoraban por toda la eternidad y que no se consumía nunca, pues aquella celestial bazofia continuamente renacía y se renovaba bajo el enjambre de las moscas. De las buenas. Porque también había moscas malas y para estas había un averno. Este infierno de las moscas condenadas era un sitio sin excrementos, sin desperdicios, sin basura, sin hedor, sin nada de nada; un sitio limpio y rutilante y para colmo iluminado por una luz deslumbrante, es decir, un lugar abominable. (Marco Denevi)

1.- ¿Cuál es el tema central de este texto?
a) La vida asquerosa de las moscas de diferentes tipos y condiciones.
b) Las moscas también tienen un dios similar al de los hombres.
c) Cualquier concepto depende del punto de vista con que se le mire.
d) El infierno de las moscas es un sitio limpio y reluciente.
e) El cielo de las moscas es un lugar putrefacto.

2.- ¿Cuál de las afirmaciones es verdadera según el texto?
a) Las moscas creen en un dios que es igual para todas ellas, aunque es muy diferente al de los humanos.
b) En el mundo de las moscas sólo existen moscas malas.
c) Las moscas creían en un dios que tenía forma humana como nosotros.
d) El dios de las moscas volaba según todas las religiones.
e) El dios de las moscas sólo se comunicaba telepáticamente con las demás

3.- COLOSAL
a) Peligroso
b) Animal
c) Enorme
d) Redonda
e) Violenta

4.- AVERNO
a) infierno
b) pecado
c) cielo
d) problema
e) deseo

5.- RUTILANTE
a) famoso
b) reluciente
c) oriundo
d) depurado
e) remoto

lunes, 14 de noviembre de 2011

Botella al mar para el dios de las palabras

Botella al mar para el dios de las palabras ( G.García Márquez)
A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: Ya vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras.
Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor.
No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.
La lengua española tiene que prepararse para un ciclo grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de diecinueve millones de kilómetros cuadrados y cuatrocientos millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en los Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga cincuenta y cuatro significados, mientras en la república del Ecuador tienen ciento cinco nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aun no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero, dijo: ``Parece un faro''. Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazo un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que Don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejo escrito de su puño y letra que el amarillo es el color de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cereza que sabe a beso?

Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempos no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo veintiuno como Pedro por su casa.
En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los ques endémicos, el dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. Y que de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que les lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis doce años. [ Declaraciones de García Márquez para La Jornada, México, 8 de abril de 1997]


Entrevista concedida por García Márquez a Joaquín Estefanía
Joaquín Estefanía

El escritor Gabriel García Márquez considera «natural» la reacción de los gramáticos, lingüistas y académicos a su discurso de Zacatecas ( Botella al mar para el dios de las palabras , EL PAÍS del pasado martes 8 de abril): «Sería absurdo que los que guardan la virginidad de la lengua estuvieran contra sí mismos. Pero la mayoría parece haber hablado sin conocer el texto completo de mi discurso, sino sólo fragmentos más o menos desfigurados en despachos de agencias. En todo caso es increíble que a la hora de la verdad hasta los más liberales sean tan conservadores».
Estos días hemos oído en muchas ocasiones que el escritor colombiano había pedido suprimir la gramática. Su discurso no lo dice.
«Dije que la gramática debería simplificarse, y este verbo, según el Diccionario de la Academia, significa 'hacer más sencilla, más fácil o menos complicada una cosa'. Pasando por alto el hecho de que esa definición dice tres veces lo mismo, es muy distinto lo que dije que lo que dicen que dije. También dije que humanicemos las leyes de la gramática. Y humanizar, según el mismo diccionario, tiene dos acepciones. La primera: 'hacer a alguien o algo humano, familiar o afable'. La segunda, en pronominal: 'Ablandarse, desenojarse, hacerse benigno'. «¿Dónde está el pecado?», se pregunta.
El siguiente punto de contestación a las palabras de García Márquez es el ortográfico. Parte del supuesto de que si a él le hiciesen un examen de gramática, le reprobarían «en toda línea».
«Además, mi ortografía me la corrigen los correctores de pruebas. Si fuera un hombre de mala fe diría que ésta es una demostración más de que la gramática no sirve para nada. Sin embargo la justicia es otra: si cometo pocos errores gramaticales es porque he aprendido a escribir leyendo al derecho y al revés a los autores que inventaron la literatura española y a los que siguen inventándola porque aprendieron con aquellos. No hay otra manera de aprender a escribir».
En toda la conversación, el Nobel de Literatura reivindica su papel de escritor y como tal, piensa «más en el sufrimiento de la gente que en la pureza del lenguaje».
«Por eso dije y repito que debería jubilarse la ortografía. Me refiero, por supuesto, a la ortografía vigente, como una consecuencia inmediata de la humanización general de la gramática. No dije que se elimine la letra hache, sino las haches rupestres. Es decir, las que nos vienen de la edad de piedra. No muchas otras, que todavía tienen algún sentido, o alguna función importante, como en la conformación del sonido che, que por fortuna desapareció como letra independiente».
Quizá el mayor escándalo se ha formado con sus propuestas respecto a las bes y las uves, y con los acentos.
Sobre las primeras, dice: «No faltan los cursis de salón o de radio y televisión que pronuncian la be y la ve como labiales o labiodentales, al igual que en las otras letras romances. Pero nunca dije que se eliminara una de las dos, sino que señalé el caso con la esperanza de que se busque algún remedio para otro de los más grandes tormentos de la escuela. Tampoco dije que se eliminara la ge o la jota. Juan Ramón Jiménez reemplazó la ge por la jota, cuando sonaba como tal, y no sirvió de nada. Lo que sugerí es más difícil de hacer pero más necesario: que se firme un tratado de límites entre las dos para que se sepa dónde va cada una».
En cuanto los acentos, irónico, explica.
«Creo que lo más conservador que he dicho en mi vida fue lo que dije sobre ellos: pongamos más uso de razón en los acentos escritos . Como están hoy, con perdón de los señores puristas, no tienen ninguna lógica. Y lo único que se está logrando con estas leyes marciales es que los estudiantes odien el idioma».
García Márquez opina que los gramáticos y los escritores son oficios distintos. Su diferente dialéctica es la que ha generado el debate.
«La raíz de esta falsa polémica es que somos los escritores, y no los gramáticos y lingüistas, quienes tenemos el oficio feliz de enfrentarnos y embarrarnos con el lenguaje todos los días de nuestras vidas. Somos los que sufrimos con sus camisas de fuerza y cinturones de castidad. A veces nos asfixiamos, y nos salimos por la tangente con algo que parece arbitrario, o apelamos a la sabiduría callejera».
«Por ejemplo: he dicho en mi discurso que la palabra condoliente no existe. Existen el verbo condoler y el sustantivo doliente , que es el que recibe las condolencias . Pero los que las dan no tienen nombre. Yo lo resolví para mí en El General en su laberinto con una palabra sin inventar: condolientes . Se me ha reprochado también que en tres libros he usado la palabra átimo, que es italiana derivada del latín, pero que no pasó al castellano. Además, en mis últimos seis libros no he usado un sólo adverbio de modo terminado en mente, porque me parecen feos, largos y fáciles, y casi siempre que se eluden se encuentran formas bellas y originales».
El escritor, que está de excelente humor, concluye la conversación de un modo muy expresivo.
«El deber de los escritores no es conservar el lenguaje sino abrirle camino en la historia. Los gramáticos revientan de ira con nuestros desatinos pero los del siglo siguiente los recogen como genialidades de la lengua. De modo que tranquilos todos: no hay pleito. Nos vemos en el tercer milenio».
Y reitera sus palabras de Zacatecas: «Simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros».
LOS PELIGROS DE SER PAPÁ-AMIGO
(Pilar Sordo)

Nosotros somos los que mandamos en la casa, nos guste o no.

Algo pasó con nuestra generación, la de los cuarenta. Parece que no nos gustó cómo nos educaron o, lo que puede ser peor, no supimos agradecer todo lo bueno que ésta tuvo. ¿Por qué, se preguntarán ustedes? Lo que pasa es que los adultos renegamos de la educación que nos dieron y decidimos cambiarla por completo.

Es como si hubiéramos dicho algo así: 'lo pasé tan re mal con mis padres estrictos; me faltaron tantas cosas cuando niño; tuve un padre tan complicado y distante, que yo no quiero que mis hijos pasen por lo mismo. Por eso yo, como papá y mamá, les voy a dar todo lo que pueda, porque quiero que ellos sean felices'.

Así nació una generación de padres distintos. Esto, además, apoyado por ciertas corrientes sicológicas que planteaban en forma errónea que los padres debían ser amigos de sus hijos. Esta frase tan internalizada en nuestra sociedad apunta - y lo quiero dejar en claro desde ya- a que los padres deben ser cálidos e incluso ser 'buena onda' con los hijos; lo que pasa es que tiene que privilegiarse el rol educador. Yo soy mamá y mi función es educar a mis hijos, y eso muchas veces es una pega agotadora en la que tengo que poner límites, tomar decisiones por ellos que muchas veces no les gustan, decir que no muchas veces al día, y mantener una consistencia educativa que traspase mis palabras, que esté amparada en los hechos.

Gran parte de los problemas que tienen nuestros hijos hoy, como la escasa motivación por los estudios, baja tolerancia a la frustración, la impaciencia y esta 'lata' generalizada, con una sensación de soledad inmensa, se debe a que a los padres se nos olvidó ser autoridad. Nosotros somos los que mandamos en la casa, nos guste o no; nosotros decidimos qué se come o no se come, por lo menos, la mayoría de las veces; nosotros decidimos si nuestros hijos van o no a ver a sus abuelos, porque si no, ellos no lo van a hacer por propia voluntad y, por lo tanto, van a crecer sin historia y sin valorar la experiencia.

Me toca ver cómo los papás han ido perdiendo el control sobre los hijos, y dicen cada vez más frecuentemente frases como: 'No sé qué hacer con mi hija', y cuando pregunto la edad, me entero de que tiene dos años y medio; yo no sé lo que pretenden hacer cuando la niña tenga quince años. También es frecuente escuchar a padres que les dicen a los profesores: Dígale usted que se corte el pelo, porque a mí no me va a hacer caso. ¡Plop! O dicen: ¿Cómo lo obligo a hacer esto o aquello si no tiene ganas?

La razón de todo este modo de funcionamiento se debe a un sinnúmero de factores, entre los más importantes están: la tendencia generalizada a evitar cualquier tipo de conflicto. Con tal de no verle la cara larga a nuestro hijo somos capaces de hacer lo que él quiere. Evitamos los conflictos todo el día, según nosotros porque tenemos muchos problemas por fuera de nuestras casas como para tener adentro de ellas y, por lo mismo, transamos en lo único en lo que no debiéramos hacerlo: la educación de nuestros hijos.

Otra variable importante es nuestra eterna búsqueda del placer y, por lo tanto, la evitación del dolor. Esto es curioso porque seguramente usted, que está leyendo esta revista, no ha aprendido nada de la vida, por lo menos de lo importante, si no ha sido a través del dolor. Y, sin embargo, queremos que nuestros hijos aprendan de otra forma, cuando en el fondo de nosotros sabemos que no se puede. No hay fruto sin dolor.

Otro factor es el supuesto poco tiempo que pasamos con nuestros hijos. Digo supuesto porque, en realidad, si un papá tiene una hora para ver las noticias, tiene en realidad una hora para estar con sus hijos, lo que pasa es que prefirió ver las noticias. Si una mamá tiene una hora para ver las teleseries, tiene una hora para estar con sus hijos. Al final, es un tema de prioridades.

Pensemos, si somos bien honestos, que los microondas nos iban a servir para estar más con los que queríamos, y eso no ha ocurrido; las autopistas nos debían permitir estar más temprano en nuestras casas, y al final salimos más tarde de la pega porque sabemos que nos vamos a demorar menos. Así, nos seguimos mintiendo; nos quedó cómodo que los niños aparentemente estén 'entretenidos' con la tecnología; parece que nadie pelea en la casa y que nos llevamos todos bien, pero, por favor, pensemos en cuánto tiempo real estamos con ellos para ejercer nuestra autoridad y poder educarlos como debemos.

Una última variable en este fenómeno de no poder ser autoridad pasa por el concepto de felicidad, donde indudablemente ha ido cambiando por el 'tener'. Es como entender que la felicidad se compra y, por lo tanto, como nos sentimos culpables de dejar a nuestros niños solos, los hemos ido tapando de cosas que, por supuesto, no nos han hecho más felices. Esto los ha transformado en niños malagradecidos, insatisfechos, reclamones, y con la sensación de que por ahí no va la cosa.

LAS CONSECUENCIAS DE SER 'PAPÁ-AMIGO'.

El tema de ser padres-amigos de nuestros hijos tiene muchas aristas, algunas son sociológicas, como las que de alguna manera explicaba antes, pero también tiene que ver con lo sensibles que somos los adultos de hoy al rechazo de nuestros hijos. No queremos verles la cara larga, que nos digan que somos anticuados, distintos a los padres de sus compañeros, que somos 'mala onda'. En realidad, queremos ser papás buena onda, aparecer como evolucionados y esto nos hace ser tremendamente ambiguos en nuestra forma de educar; nos cuesta decir que no. Nos vamos en cuarenta explicaciones, somos los reyes de los 'depende', con lo que metemos a los niños en una red de inseguridades que les impide conocer qué es correcto y qué no y todo parece permitido.

Las consecuencias de ser papás-amigos son muchas: los niños no tienen un referente distinto de sus amigos para educarse, desarrollan una pésima tolerancia a la frustración porque los padres no les dicen que no, y si lo hacen, cambian fácilmente con ciertas manipulaciones. Los hijos se transforman en manipuladores porque ya saben que pueden hacer lo que quieran, todo está en cómo lo pidan. Al final, los adolescentes se sienten solos y poco seguros porque en un principio es entretenido tener papás así, pero con el tiempo ellos empiezan a sentir que necesitan de alguien que los guíe porque si no, se mueren de angustia.

Los niños, en su desarrollo sano, necesitan límites, disciplina y conductas fijadas por los padres, mezclado con el afecto: es la fórmula para una buena educación.

Ternura y disciplina parece ser la clave. Más aún, es importante que se tenga claro que mientras más claro es un padre o una madre en su forma de educar, más expresiva y libre para amarlo está, porque si no es así, la rabia como sentimiento encubridor deteriora la calidad del vínculo.

En general, de acuerdo con mi experiencia en Chile, me topo frecuentemente con estos papás amigos que no saben cómo salir del embrollo en que se metieron un poco producto de su visión cortoplacista de 'total ya van a crecer', 'son niños', ' le ponen mucho color', etc., y cuando quieren poner límites cuando son más grandes, es demasiado tarde. Los papás de los más grandes, desde octavo básico, están muy angustiados. Muchos perdieron la batalla, están con la sensación de que ojalá 'no se manden una embarrada muy grande', sintiendo que ya no saben qué hacer con sus hijos.

Existe otro porcentaje de papás que, aunque me duela decirlo, no está 'ni ahí' con educar a sus hijos; esos que contratan radiotaxi los fines de semana por la 'lata' de tener que ir a buscarlos. Esos niños que están literalmente 'a la que te criaste', sin ninguna norma. Y estos padres tienen la osadía de decir que confían en sus hijos y por eso no les ponen límites. También existen, los que están tratando de ser amigos con sus hijos y les dicen a todo que bueno. ¿Cómo no les van a comprar celular si todos tienen? Capaz que el hijo se traume, sin entender que le están diciendo que vale desde que lo tiene y no antes.

Papás que les dan permiso para todo, que fuman con los hijos, que toman con ellos para que 'aprendan', que les financian los piercing y la ropa más rara que les piden. Papás que les permiten a sus hijos, por miedo al rechazo, que reciban amigos en sus piezas, entendiendo que ellos necesitan 'privacidad' y no son capaces de decir que para eso está el living y no las camas.

Estos papás-amigos no colocan límites, pero tampoco dan mucho cariño, no abrazan porque van a ser rechazados, no dicen 'te quiero' por temor a hacer el ridículo y, por lo tanto, tampoco son consistentes en la forma de educar.

Por supuesto que existen los que lo están haciendo bien, que ponen límites, que retan cuando hay que retar, que cumplen los castigos y también lo bueno, que entregan afectos, que tocan, que besan, aunque los adolescentes los rechacen, ya que entienden que eso es una pose y que no quiere decir que no lo necesiten. Son papás que entran a las piezas de sus hijos aun cuando la puerta esté cerrada, que dicen 'te quiero', pero con la misma claridad son capaces de decir que no, aunque eso implique tener al 'niño' o la 'niña' con cara larga varios días. Quizás es porque entienden que la educación es una siembra diaria, en la que la cosecha no se ve de inmediato, y que, por lo tanto, hay que preocuparse día a día.

Estos papás probablemente lo están pasando peor que los otros hoy, pero yo les quiero decir que no se cansen, que los padres no nos podemos cansar, que no podemos renunciar a la tarea maravillosa de hacer de un niño una persona, que ésa es nuestra tarea y no de los colegios, y que cuando se asume como tal es el regalo más maravilloso al que podemos postular.

Nuestros hijos necesitan urgente que los eduquemos en responsabilidad; ellos deben tener conciencia de sus deberes y no sólo de sus derechos, tienen que colaborar en los ritos familiares y en las cosas de la casa en general. Debemos reenseñarles el concepto de libertad, ya que claramente no es hacer lo que quieren, sino vencerse a sí mismos. Para poder ser realmente libres ellos deben vencer la 'lata', el mal genio y las no ganas de hablar, pero para que esto se dé, los adultos debemos dar testimonio, cosa que no estamos haciendo.

Por último, debemos educar a nuestros hijos en la fuerza de voluntad y la perseverancia, porque nada en la vida se logra sin esfuerzo y esta generación quiere funcionar con la menor energía posible.

Les quiero transmitir que nuestros hijos no se van a traumar si les decimos que no, que no se dañan si uno les castiga por una razón educativa y que necesitan que uno cumpla con lo que se les dice. Se necesitan padres que establezcan, en la calidez de la relación, límites claros para crecer y transformar a nuestros hijos en constructores y emprendedores del futuro"

ACTIVIDADES

1.- Tipo de Ensayo( literario, científico, argumentativo, expositivo, histórico)
2.- Tesis planteada
3.- Bases de la tesis
4.- Conclusión de la autora
5.- Comentario
Nosotros somos los que mandamos en la casa, nos guste o no.

Algo pasó con nuestra generación, la de los cuarenta. Parece que no nos gustó cómo nos educaron o, lo que puede ser peor, no supimos agradecer todo lo bueno que ésta tuvo. ¿Por qué, se preguntarán ustedes? Lo que pasa es que los adultos renegamos de la educación que nos dieron y decidimos cambiarla por completo.

Es como si hubiéramos dicho algo así: 'lo pasé tan re mal con mis padres estrictos; me faltaron tantas cosas cuando niño; tuve un padre tan complicado y distante, que yo no quiero que mis hijos pasen por lo mismo. Por eso yo, como papá y mamá, les voy a dar todo lo que pueda, porque quiero que ellos sean felices'.

Así nació una generación de padres distintos. Esto, además, apoyado por ciertas corrientes sicológicas que planteaban en forma errónea que los padres debían ser amigos de sus hijos. Esta frase tan internalizada en nuestra sociedad apunta - y lo quiero dejar en claro desde ya- a que los padres deben ser cálidos e incluso ser 'buena onda' con los hijos; lo que pasa es que tiene que privilegiarse el rol educador. Yo soy mamá y mi función es educar a mis hijos, y eso muchas veces es una pega agotadora en la que tengo que poner límites, tomar decisiones por ellos que muchas veces no les gustan, decir que no muchas veces al día, y mantener una consistencia educativa que traspase mis palabras, que esté amparada en los hechos.

Gran parte de los problemas que tienen nuestros hijos hoy, como la escasa motivación por los estudios, baja tolerancia a la frustración, la impaciencia y esta 'lata' generalizada, con una sensación de soledad inmensa, se debe a que a los padres se nos olvidó ser autoridad. Nosotros somos los que mandamos en la casa, nos guste o no; nosotros decidimos qué se come o no se come, por lo menos, la mayoría de las veces; nosotros decidimos si nuestros hijos van o no a ver a sus abuelos, porque si no, ellos no lo van a hacer por propia voluntad y, por lo tanto, van a crecer sin historia y sin valorar la experiencia.

Me toca ver cómo los papás han ido perdiendo el control sobre los hijos, y dicen cada vez más frecuentemente frases como: 'No sé qué hacer con mi hija', y cuando pregunto la edad, me entero de que tiene dos años y medio; yo no sé lo que pretenden hacer cuando la niña tenga quince años. También es frecuente escuchar a padres que les dicen a los profesores: Dígale usted que se corte el pelo, porque a mí no me va a hacer caso. ¡Plop! O dicen: ¿Cómo lo obligo a hacer esto o aquello si no tiene ganas?

La razón de todo este modo de funcionamiento se debe a un sinnúmero de factores, entre los más importantes están: la tendencia generalizada a evitar cualquier tipo de conflicto. Con tal de no verle la cara larga a nuestro hijo somos capaces de hacer lo que él quiere. Evitamos los conflictos todo el día, según nosotros porque tenemos muchos problemas por fuera de nuestras casas como para tener adentro de ellas y, por lo mismo, transamos en lo único en lo que no debiéramos hacerlo: la educación de nuestros hijos.

Otra variable importante es nuestra eterna búsqueda del placer y, por lo tanto, la evitación del dolor. Esto es curioso porque seguramente usted, que está leyendo esta revista, no ha aprendido nada de la vida, por lo menos de lo importante, si no ha sido a través del dolor. Y, sin embargo, queremos que nuestros hijos aprendan de otra forma, cuando en el fondo de nosotros sabemos que no se puede. No hay fruto sin dolor.

Otro factor es el supuesto poco tiempo que pasamos con nuestros hijos. Digo supuesto porque, en realidad, si un papá tiene una hora para ver las noticias, tiene en realidad una hora para estar con sus hijos, lo que pasa es que prefirió ver las noticias. Si una mamá tiene una hora para ver las teleseries, tiene una hora para estar con sus hijos. Al final, es un tema de prioridades.

Pensemos, si somos bien honestos, que los microondas nos iban a servir para estar más con los que queríamos, y eso no ha ocurrido; las autopistas nos debían permitir estar más temprano en nuestras casas, y al final salimos más tarde de la pega porque sabemos que nos vamos a demorar menos. Así, nos seguimos mintiendo; nos quedó cómodo que los niños aparentemente estén 'entretenidos' con la tecnología; parece que nadie pelea en la casa y que nos llevamos todos bien, pero, por favor, pensemos en cuánto tiempo real estamos con ellos para ejercer nuestra autoridad y poder educarlos como debemos.

Una última variable en este fenómeno de no poder ser autoridad pasa por el concepto de felicidad, donde indudablemente ha ido cambiando por el 'tener'. Es como entender que la felicidad se compra y, por lo tanto, como nos sentimos culpables de dejar a nuestros niños solos, los hemos ido tapando de cosas que, por supuesto, no nos han hecho más felices. Esto los ha transformado en niños malagradecidos, insatisfechos, reclamones, y con la sensación de que por ahí no va la cosa.

LAS CONSECUENCIAS DE SER 'PAPÁ-AMIGO'.

El tema de ser padres-amigos de nuestros hijos tiene muchas aristas, algunas son sociológicas, como las que de alguna manera explicaba antes, pero también tiene que ver con lo sensibles que somos los adultos de hoy al rechazo de nuestros hijos. No queremos verles la cara larga, que nos digan que somos anticuados, distintos a los padres de sus compañeros, que somos 'mala onda'. En realidad, queremos ser papás buena onda, aparecer como evolucionados y esto nos hace ser tremendamente ambiguos en nuestra forma de educar; nos cuesta decir que no. Nos vamos en cuarenta explicaciones, somos los reyes de los 'depende', con lo que metemos a los niños en una red de inseguridades que les impide conocer qué es correcto y qué no y todo parece permitido.

Las consecuencias de ser papás-amigos son muchas: los niños no tienen un referente distinto de sus amigos para educarse, desarrollan una pésima tolerancia a la frustración porque los padres no les dicen que no, y si lo hacen, cambian fácilmente con ciertas manipulaciones. Los hijos se transforman en manipuladores porque ya saben que pueden hacer lo que quieran, todo está en cómo lo pidan. Al final, los adolescentes se sienten solos y poco seguros porque en un principio es entretenido tener papás así, pero con el tiempo ellos empiezan a sentir que necesitan de alguien que los guíe porque si no, se mueren de angustia.

Los niños, en su desarrollo sano, necesitan límites, disciplina y conductas fijadas por los padres, mezclado con el afecto: es la fórmula para una buena educación.

Ternura y disciplina parece ser la clave. Más aún, es importante que se tenga claro que mientras más claro es un padre o una madre en su forma de educar, más expresiva y libre para amarlo está, porque si no es así, la rabia como sentimiento encubridor deteriora la calidad del vínculo.

En general, de acuerdo con mi experiencia en Chile, me topo frecuentemente con estos papás amigos que no saben cómo salir del embrollo en que se metieron un poco producto de su visión cortoplacista de 'total ya van a crecer', 'son niños', ' le ponen mucho color', etc., y cuando quieren poner límites cuando son más grandes, es demasiado tarde. Los papás de los más grandes, desde octavo básico, están muy angustiados. Muchos perdieron la batalla, están con la sensación de que ojalá 'no se manden una embarrada muy grande', sintiendo que ya no saben qué hacer con sus hijos.

Existe otro porcentaje de papás que, aunque me duela decirlo, no está 'ni ahí' con educar a sus hijos; esos que contratan radiotaxi los fines de semana por la 'lata' de tener que ir a buscarlos. Esos niños que están literalmente 'a la que te criaste', sin ninguna norma. Y estos padres tienen la osadía de decir que confían en sus hijos y por eso no les ponen límites. También existen, los que están tratando de ser amigos con sus hijos y les dicen a todo que bueno. ¿Cómo no les van a comprar celular si todos tienen? Capaz que el hijo se traume, sin entender que le están diciendo que vale desde que lo tiene y no antes.

Papás que les dan permiso para todo, que fuman con los hijos, que toman con ellos para que 'aprendan', que les financian los piercing y la ropa más rara que les piden. Papás que les permiten a sus hijos, por miedo al rechazo, que reciban amigos en sus piezas, entendiendo que ellos necesitan 'privacidad' y no son capaces de decir que para eso está el living y no las camas.

Estos papás-amigos no colocan límites, pero tampoco dan mucho cariño, no abrazan porque van a ser rechazados, no dicen 'te quiero' por temor a hacer el ridículo y, por lo tanto, tampoco son consistentes en la forma de educar.

Por supuesto que existen los que lo están haciendo bien, que ponen límites, que retan cuando hay que retar, que cumplen los castigos y también lo bueno, que entregan afectos, que tocan, que besan, aunque los adolescentes los rechacen, ya que entienden que eso es una pose y que no quiere decir que no lo necesiten. Son papás que entran a las piezas de sus hijos aun cuando la puerta esté cerrada, que dicen 'te quiero', pero con la misma claridad son capaces de decir que no, aunque eso implique tener al 'niño' o la 'niña' con cara larga varios días. Quizás es porque entienden que la educación es una siembra diaria, en la que la cosecha no se ve de inmediato, y que, por lo tanto, hay que preocuparse día a día.

Estos papás probablemente lo están pasando peor que los otros hoy, pero yo les quiero decir que no se cansen, que los padres no nos podemos cansar, que no podemos renunciar a la tarea maravillosa de hacer de un niño una persona, que ésa es nuestra tarea y no de los colegios, y que cuando se asume como tal es el regalo más maravilloso al que podemos postular.

Nuestros hijos necesitan urgente que los eduquemos en responsabilidad; ellos deben tener conciencia de sus deberes y no sólo de sus derechos, tienen que colaborar en los ritos familiares y en las cosas de la casa en general. Debemos reenseñarles el concepto de libertad, ya que claramente no es hacer lo que quieren, sino vencerse a sí mismos. Para poder ser realmente libres ellos deben vencer la 'lata', el mal genio y las no ganas de hablar, pero para que esto se dé, los adultos debemos dar testimonio, cosa que no estamos haciendo.

Por último, debemos educar a nuestros hijos en la fuerza de voluntad y la perseverancia, porque nada en la vida se logra sin esfuerzo y esta generación quiere funcionar con la menor energía posible.

Les quiero transmitir que nuestros hijos no se van a traumar si les decimos que no, que no se dañan si uno les castiga por una razón educativa y que necesitan que uno cumpla con lo que se les dice. Se necesitan padres que establezcan, en la calidez de la relación, límites claros para crecer y transformar a nuestros hijos en constructores y emprendedores del futuro"

ACTIVIDADES

1.- Tipo de Ensayo( literario, científico, argumentativo, expositivo, histórico)
2.- Tesis planteada
3.- Bases de la tesis
4.- Conclusión de la autora
5.- Comentario

sábado, 5 de noviembre de 2011

EVALUACIÓN ESPECIAL 2°M

Liceo Teno
Lenguaje y Comunicación
Evaluaciones Especiales 2° M
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Lee con atención los relatos y desarrolla las actividades propuestas
Debes responder en una hoja de respuestas que deberás entregar en UTP , o bien en forma a tu profesor.

Relato 1: APOCALIPSIS

“El fin de la humanidad no será como lo imagina la mayoría de los hombres. No habrán ni ángeles con trompetas, ni monstruos, ni batallas en la tierra y en el cielo, ni explosiones nucleares, ni invasiones extraterrestres. El fin de la humanidad será lento, gradual, sin ruido, sin patetismo, será una agonía progresiva. Los hombres se extinguirán uno a uno. Los aniquilarán las cosas, la rebelión de las cosas, la desobediencia de las cosas. Ocurrirá que las cosas desalojarán a las plantas y a los animales y se instalarán en todos los sitios y ocuparán todo el espacio disponible en la tierra. De allí empezarán a mostrarse orgullosas, de humor cambiante, encaprichadas. Su funcionamiento no se ajustará a las instrucciones de los manuales. Modificarán, por sí solas, sus mecanismos. Luego funcionarán cuando se les antoje. Por último, se declararán en franca rebeldía. El hombre querrá que una máquina sume y ella restará, intentará poner en marcha un motor y éste se negará rotundamente. Operaciones simples y cotidianas como encender el televisor o conducir un automóvil se convertirán en maniobras complicadísimas y llenas de riesgos para los hombres. Y no sólo las máquinas y motores se revolucionarán, también lo harán los simples objetos; el hombre querrá tener en sus manos un objeto y no podrá, porque se le escapará, se esconderá en algún rincón. Las cerraduras se trabarán. Los cajones se aferrarán en el interior de los estantes y nadie logrará abrirlos. Las grandes maquinarias electrónicas provocarán grandes catástrofes, guerras inexplicables, sucesos inevitables. Por su parte, la humanidad no encontrará que hacer entre las cosas hostiles y subversivas. El constante forcejeo con las cosas irá disminuyendo las fuerzas de los hombres y el exterminio vendrá, provocando el triunfo de las cosas. Cuando el último hombre desaparezca, las cosas frías, relucientes, metálicas, insensibles seguirán brillando a la luz del sol, a la luz de la luna, por toda la eternidad”.

( Marco Denevi)

1.- Después de leer este cuento diríamos que nos entrega una sensación de:
a) Esperanza
b) Alegría
c) Sorpresa
d) Reflexión
e) Duda

2.- En el texto la palabra “hostiles” se refiere a las cosas como:
a) suaves
b) complicadas
c) agresivas
d) tristes
e) caprichosas

3.- ¿Cuál de las siguientes aseveraciones es falsa de acuerdo a los contenidos del cuento?
a) Las cosas se rebelan contra el hombre
b) Las cosas se ponen de acuerdo para no realizar las funciones que se suponen que deben hacer
c) Las cosas ocupan el lugar de los animales y las plantas en el mundo
d) Las cosas seguirán por siempre en el mundo
e) Todas son verdaderas



4.- ¿Cuál de las siguientes aseveraciones es verdadera de acuerdo a los contenidos del texto?
a) El fin de la humanidad será muy rápido y directo
b) Las computadoras no se rebelarán y seguirán funcionando de buena manera
c) Los hombres desaparecerán después de las cosas
d) El mundo del futuro estará ocupado con más objetos que en la época actual
e) Los objetos de las épocas futuras tendrán alma y voz

5.- Según el texto, la palabra “Apocalipsis”, significa:
a) La guerra de las cosas
b) La rebelión de las cosas
c) El fin del mundo
d) El hombre del futuro
e) Ninguna de las anteriores.

6.- ¿Cuál es el tipo de narrador predominante en este relato?
a) Omnisciente
b) testigo
c) de conocimiento parcial
d) protagonista

7.- ¿Cuál es el tipo de mundo narrado que se observa en el relato?
a) Legendario
b) ciencia ficción
c) fantástico
d) realista



Relato 2:
EL BUITRE.


Había un buitre que me picoteaba los pies. Ya había destrozado las botas y las medias, ahora picoteaba ya directamente los pies. De tanto en tanto daba un golpe fuerte, después volaba varias veces alrededor de mí, para luego continuar con su trabajo.
Un señor que pasaba me preguntó por qué soportaba yo al buitre.
-Estoy indefenso- le dije-. Quise espantarlo, intenté acogotarlo, pero tiene mucha fuerza, y además quería saltarme a la cara; ante esa circunstancia preferí sacrificar los pies; que están ahora casi destrozados.
-¿Es posible que se deje torturar de esa forma? -dijo el caballero-. Un tiro, y listo con el buitre.
-¿Es así la cosa? -pregunté- ¿y querría usted encargarse de eso?
-Con mucho gusto- dijo el caballero-. Sólo hace falta que vaya a casa a buscar el arma. ¿Puede usted aguantar todavía una media hora?
-Eso no lo sé- contesté, y me quedé un rato paralizado por el dolor; después dije-: inténtelo, de todos modos, si es tan amable.
-Bien –dijo el señor- me daré prisa.
Durante la conversación, el buitre había estado escuchando tranquilamente cada palabra, luego había dejado vagar su mirada entre el caballero y yo. Entonces me di cuenta de que había entendido todo; levantó vuelo; se estiró hacia atrás en un amplio semicírculo para tomar el necesario impulso, y, como un lanzador de jabalina, metió su pico por mi boca hasta clavarlo profundamente en mí.
Al caer para atrás, sentí, liberado ya, cómo él bebía implacablemente la sangre que llenaba todas mis profundidades y desbordaba todas las orillas, el buitre, irreparablemente se ahogaba.

( Franz Kafka)


1.- ¿Cuál es el tipo de narrador predominante en este relato?
a) Omnisciente
b) testigo
c) de conocimiento parcial
d) protagonista

2.- ¿Cuál es el tipo de mundo narrado que se observa en el relato?
a) Legendario
b) ciencia ficción
c) fantástico
d) realista

3.- ¿Cuál de las siguientes afirmaciones sobre el relato anterior es falsa?
a) El narrador de este relato utiliza preferencialmente el estilo directo
b) El señor que pasaba se puede entender en este relato como el antagonista
c) El buitre se puede entender como un ser personificado
d) El lenguaje del relato es culto
e) Ninguna de las anteriores



Relato 3: SHARIK

En nuestro patio hay un perrito llamado Sharik, que su dueño, el muchacho hijo de la criada, mantiene siempre encadenado.
El otro día fui a llevarle los huesos del caldo, todavía tibios y odoríferos. Pero en ese mismo momento el muchacho había soltado al pobre perro para que corriera un rato por el patio. Había una nieve mullida y abundante. Y Sharik corría como un loco, dando respingos de liebre, de un rincón al otro y luego en sentido inverso, hundiendo a cada momento su hocico en la nieve esponjosa.
Se aproximó a mí, dio unos cuantos saltos, olió los huesos... ¡y partió de nuevo a revolcarse en la nieve!
No tengo necesidad de vuestros huesos-parecía decir -¡devolvedme solamente mi libertad!


(Alexander Solzhenitzin)



De las alternativas consignadas, señala cual posee un significado similar a las seleccionadas del relato.
1.- ODORÍFEROS
a) Sabrosos
b) Grasosos
c) Aromáticos
d) Crudos
e) Enormes


2. MULLIDA
a) Blanda
b) Blanca
c) Mugrienta
d) Fría
e) cristalina

3.- RESPINGOS
a) Escapadas
b) Brincos
c) Resoplidos
d) Miradas
e) locuras

4.- ¿Cuál es el tema central de este texto ?
a) La importancia de cuidar los animales.
b) Los maltratos de que son objetos los animales.
c) Una situación dolorosa para el narrador del texto.
d) La importancia de la libertad.
e) Los problemas que tiene un perro para jugar libremente.



Relato 4: COME TÚ MISMO LA FRUTA.

En cierta ocasión se quejaba un discípulo a su maestro: “siempre nos cuentas historias, pero nunca nos revelas su significado”. El maestro le replico: “¿Te gustaría que alguien te ofreciera fruta y la masticara antes de dártela?” Nadie puede descubrir tu propio significado en tu lugar.

(Anthony de Mello)


1.- ¿Cuál es el tema central de este texto?
a) La admiración de un discípulo hacia su maestro.
b) Las quejas de un discípulo a su maestro.
c) La verdadera felicidad está en lograr lo que nos proponemos en la vida.
d) Es esencial para el hombre hacer su propio camino.
e) Los grandes problemas del hombre se provocan cuando no sabemos buscar lo verdadero.


Relato 5: VIGILANCIA.

-Maestro, ¿hay algo que yo pueda hacer para llegar a la iluminación?
-Tan poco como lo que puedes hacer para que amanezca por las mañanas.
-Entonces, ¿ para qué valen los ejercicios espirituales que tú mismo recomiendas?
-Para estar seguros de que no estáis dormidos cuando el sol comienza a salir.

( Anthony de Mello)

1.- ¿Cuál es la idea que pretende transmitir el autor del texto con la palabra “iluminación”?
a) La claridad de las ideas del hombre inteligente.
b) La importancia de estar lo más cercano a los maestros espirituales.
c) El valor de los bellos amaneceres.
d) La valiosa ayuda que nos entregan los ejercicios espirituales.
e) La búsqueda de la perfección.



Relato 6: DE L´ OSSERVATORE

A principios de nuestra Era. Las llaves de San Pedro se perdieron en los suburbios del Imperio Romano. Se implora a la persona que las encuentre, tenga la bondad de devolverlas inmediatamente al Papa reinante, ya que desde hace más de quince siglos las puertas del Reino de los Cielos no han podido ser forzadas con ganzúas.

( Juan José Arreola)

1.- ¿Cuál es el tono de este texto?
a) Irónico
b) Descriptivo.
c) Explicativo
d) Sagrado
e) Definitorio

2.- En el texto la palabra ennegrecida “implora”, se usa en el sentido de:
a) exige
b) suplica
c) notifica
d) autoriza
e) niega

3.- Lee la siguiente cita sacada del final del texto: “...ya que desde hace más de quince siglos las puertas del Reino de los Cielos no han podido ser forzadas con ganzúas...” ¿Cuál es la idea que nos quiere presentar el narrador a través de esta expresión?:

a) En el cielo también podemos encontrar ganzúas.
b) Nadie ha podido entrar al cielo desde hace quince siglos.
c) El cielo está complicado por la pérdida de las llaves.
d) El cielo está en peligro porque han llegado los ladrones con ganzúas.
e) Próximamente se podrá entrar al cielo porque aparecerán las llaves

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PUNTAJE = 2 puntos por cada respuesta correcta.
PT. = 38 ptos.,…………….. = 7.0
PMA. = 20 ptos.,…………….. = 4.0

martes, 1 de noviembre de 2011

Literatura e identidad, Evaluación Especial 3° M

El español de Chile
Por Lizardo Piña Vargas
Publicado con autorización de la revista Hispania, de São Paulo

Si usted escucha o lee que "unos patos malos están aguaitando a unas cabras p'atracarles el bote y tirárseles a los panqueques", dé por seguro que está escuchando hablar a un chileno, y si, además, se entera de que “las pericas las pararon a tiempo y apretaron cachete..."podrá decir "al tiro" que "la conversa" se desarrolla de la plaza Italia p'abajo, en alguna de las comunas o barrios "pobletes" de Santiago... (San Miguel, Pudahuel, Estación Central, El Bosque o La Pintana).
Tal vez sea por esto que alguien dijo que "si en alguna parte de América había y hay condiciones de las exigidas para la formación de una nueva lengua, debe ser en Chile".
Sin embargo, esos temores se han disipado totalmente, ya que en esta baranda andina y litoral del mar Pacífico han cantado y contado al genio americano dos de las cumbres de la lengua española: Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Mas, como en cualquier otro lugar de esta América que "aún ama a Jesucristo y aún habla el español", tampoco los chilenos andan reproduciendo el hablar culto y literario de Pablo y Gabriela. Su conversación cotidiana se acerca más naturalmente al murmullo coloquial de Lucila (Godoy) y Neftalí (Reyes), nombres con que los llamaron sus padres, hermanos y compañeros de la escuela.
El castellano o español llegado a Chile con Valdivia y sus 150 compañeros había tenido tiempo de aclimatarse a las exigencias y novedades del medio americano en la llamada "koiné" antillana, primero, - donde homogeneizó las diferencias dialectales traídas desde la "península" y asimiló los aportes del arahuaco (Haití) y del náhuatl - y en el Cuzco después, donde recogió las pequeñas contribuciones del aimara y el guaraní; pero qué decir de las del quechua, lengua con la que se vinieron topando y tropezando en cuanto tambo y pucará hicieron alto hasta llegar al río Maule, frontera sur; alguna voz del incariato.
Sin embargo, la cantidad mayor de léxicos incorporados al español de Chile proviene de la lengua mapuche o mapudungun, idioma del pueblo aborigen con el que el resto de América identifica a la nación chilena. Como en todo el español de América, las lenguas indígenas no han influido, ni menos modificado, la estructura interna del castellano. Particularmente, en Chile no ha presionado ni siquiera la fonética como algún filólogo creyó notar en cierto momento de sus investigaciones. Pero se ha constituido como su primer sustrato léxico.
Las personas educadas y cultas de Chile emplean la lengua general de Castilla, con algunas particularidades, procurando ajustarse a las normas de la lengua literaria, que tiene en Santiago, la capital del país, su referente y centro difusor más importante, tanto porque en ella se concentra el tercio de la población, cuanto porque acá se ubican los centros mayores y mejores de investigación y difusión científica, tecnológica, cultural y de comunicación. Sin embargo, el esfuerzo modernizador de Chile en los últimos veinte años les está permitiendo a las regiones erigir centros de educación superior y universitaria con proyecciones y resultados de difícil pronóstico en cuanto al mejoramiento del uso de nuestra lengua madre. Tal vez sea aplicable a los usos lingüísticas los temores y dudas que muchos chilenos tienen respecto a las distintas "transiciones" que se han estado viviendo. Se constatan evidentes progresos y avances en "lo macro", no siempre percibidos de igual forma en lo "micro". Lo que sí se puede aseverar con seguridad es que los avances y adquisiciones científicas y económicas han descargado sobre el habla común un torrente de extranjerismos que nos han ido diluyendo la identidad de un hablar propio.
En Chile, como casi en toda América, existe unificación completa de s-c (ante e, i) y z en s sorda (seseo). Hoy por hoy, el seseo es general en todo el país, de modo que, sin un contexto esclarecedor, un chileno podría estar "en la cima" o "en la sima", pero es más fácil saber "si siega una niña ciega".
Del mismo modo se puede decir que todo Chile es hoy día zona de "yeísmo". Se escucha un cada vez más tenue "lleísmo" en regiones cordilleranas apartadas, y en sectores campesinos y de gente ilustrada de las provincias de los Ángeles y Talca (centro sur).
En el uso cotidiano de la lengua se observan peculiaridades muy notables, como es un aflojamiento tan ostensible de los puntos de articulación de la s y la d, en los finales de palabra o término de sílaba: se pierden totalmente o se reducen a una leve aspiración. Una fórmula de saludo, normal en Chile, sería: ¿Cómoehtá uhté? - ¿Cómo está usted?... ¿Quéhdesubi( )a - ¿Qué es de su vida?... Por estos lados (laoh) cuando le deseen "salu" (salud) se lo desean de "verdá" (verdad). Deberá clarificar, eso sí, si le están deseando que se encuentre en buenas condiciones físicas o lo están invitando a beberse un trago. Si a esto y otra particularidad, como la no distinción entre b y v, le agregamos una enorme velocidad en el "tempo" de la frase, se podrá comprender la petición que la intérprete y presentadora italiana le formulara a nuestro "lolo regalón", el zurdo (juega con la mano izquierda) de Vitacura Marcelo ríos en la final del Abierto de Roma (tenis ATP):... "salude, mejor, en inglés, porque para mí, su castellano es inentendible...

Regionalismos léxicos

"Digo que norte sur corre la tierra, y báñala del oeste la marina; a la banda del este va una sierra que el mismo rumbo mil leguas camina" (La Araucana)
Antes de que Ercilla diera cuenta de la larguirucha fisonomía de esta tierra, ya embajadores tucmas (tucumanos) noticiaban a Viracocha la existencia de un país llamado Chile, con el que no podían tener comercio alguno "por una gran cordillera de sierra nevada que hay entre ellos y nosotros". Ya desde antiguo se sabía a Chile como un aislado huiro aferrado a los acantilados de los Andes.
"Sabemos que en el extremo norte, Chile está separado del mundo por una ancha extensión desértica. Por el sur mira a los hielos del Polo. Por el oeste tiene el océano hasta la mitad del mundo; y por el este, la cordillera inmensa" (Chile o Una loca geografía. B. Subercaseaux).
Si nos echamos a andar por este largo choapino hecho jirones por ríos y estribaciones de cordilleras transversales, nos vamos encontrando con una variada gama de climas y caracteres geográficos que, a su vez, determinan una curiosa variedad de actividades laborales y tipos humanos. En el norte inmenso, la zona central, la cordillerana, la costa y el sur maderero o criancero se oyen expresiones y palabras que, escuchadas en los barrios o comunas de Santiago, apuntan al perfil geográfico en que se nutrieron y, fijando la atención, descubren hasta la actividad laboral que frecuentaron.
Los nortinos llevan sus hijos " a la tota" (al apa); comen "cocho" (harina tostada con leche o agua caliente); por el calor es bueno para ellos andar calatos (desnudos) y rumpos (pelados al rape); no les agradan los malacates (flojos); y, en presencia de una birraña (algo difícil de entender) es mejor mirarse el pupo (el ombligo).
Por su parte, a los sureños les gusta conchabear (hacer trueque); con los caguineros (bulliciosos, enredosos) se encarachan (enojan); no les gusta mostrar las güilas (andrajos), y toleran ser lile (débil, tembleque), pero no piñiñento (mugriento).
Más al sur todavía, en Chiloé, a los niños los llevan cheque (al apa); después de una minga (trabajo comunitario o en grupo) comen curanto (comida cuya base la constituyen mariscos y pescados cocinados al calor de piedras calientes, en un hoyo y tapados con hojas de nalcas).

Algunas otras peculiaridades del lenguaje coloquial chileno
¿Querendones o "apocados"...?

Que haya que esperar "un poquito" porque se van a demorar "un ratito" es una forma frecuente en la expresión coloquial de todas las clases sociales, constituyéndose en un rasgo sobresaliente del habla chilena. El diminutivo en –ito/a, -ecito/a, como expresión de emoción, afecto y una variada gama de sensaciones es muy propio y distintivo del hablar de mujeres y niños, pero particularmente de la gente del pueblo y de los campesinos. Muy rara vez lo invitarán a tomarse un trago, un café o un pisco. Siempre le ofrecerán "un traguito", "un cafecito, tecito o matecito", y "un pisquito". Si anda con suerte, hasta lo pueden convidar a tomarse "unas oncecitas", costumbre chilena todavía vigente en ciudades y lugares provincianos. En Santiago, debido al cambio en los horarios de trabajo, la extensión de la jornada laboral, etc., no se ha perdido la costumbre, pero se ha ido desplazando hasta lo que llaman "onces-comida". "Tomar once" es como la versión chilensis del británico five o'clock tea. Es un decir, puesto que la o las onces chilenas tienen la más variada expresión culinaria, que va desde "el té pelado con galletitas" hasta la más apetitosa muestra de quesos, arrollados, queques, mermeladas y pasteles. El nombre es la más clara muestra de la cazurrería o hipocresía criollas. En efecto, se cuenta que la denominación arranca de un personaje que cambió su británica costumbre de tomar té por la criollísima de envalentonarse con unos traguitos de AGUARDIENTE. Pero como su valentía no le alcanzaba para admitirlo en público, contando las letras, le pedía a su criado que le "preparara sus ONCE". Hoy, en todos los lugares de nuestra geografía física y social se toma once u onces, y, mejor todavía... "oncecitas".
Muchos interpretan esta manera de usar el diminutivo como reflejo del ama tierna y respetuosa del chileno. Otros atribuyen esta forma de hablar "en poquito" como la aceptación de valer menos y falta de confianza en sí mismo.

Los usos de tú, vos, usted

Tanto en el lenguaje culto como en el coloquial y popular, se utilizan todos los pronombres del siglo XVI, salvo vosotros, os y el posesivo vuestro. No hay lugar ni estrato social donde se escuche el vosotros, os o vuestro... sólo se soportan en los ceremoniosos discursos académicos. Hasta la Iglesia los ha eliminado de sus púlpitos y oraciones.
"Vos tenís, tú tienes, tú tenís, usted tiene" son usos casi paralelos en las ciudades, lugares de diversión o trabajo a lo largo del país. De ahí que, en la elaboración del mapa audible de Chile, habría que colocar una extensa zona de uso indistinto del "voseo" y del "tuteo", con algún predominio del tuteo. Incluso, el tú está atrayendo para sí la alteración de la forma verbal reservada, hasta no hace mucho, sólo para el vos: "vos sos" o "soi tonto", está siendo reemplazado por "tú soi tonto", "tú tenís la culpa". Pero una especial relevancia tiene en Chile el uso del usted en lugar del tú y del vos cuando se requiere expresar una íntima ternura o un frío, severo y, hasta despectivo modo de colocar a alguien "en su lugar". Depende del tono y del semblante que el hijo observe en su padre para que comprenda si en ese "A ver, a ver, mi amigo... Con usted quiero conversar..." le va a llegar una felicitación, un consejo cariñoso, o una reprimenda con el respectivo raspacachos.

Los animales en el lenguaje popular de Chile

Sin aventurar explicaciones, es un hecho que en Chile se aprecia a un gallo choro, así como no es bien mirado un gallo vaca; las cabras, por lo general, son caballas y si un pajarón se las quiere dar de avispado con ellas, lo más seguro es que se vaya de aletazos.
La voz gallo es uno de los términos más populares y frecuentes para designar a un hombre hábil, listo y al que se le tiene cierta consideración y aprecio. Salvo, claro, cuando se le indica como vaca que es como motejarlo de pesado y "mala leche". Ahora, si, además, es choro, quiere decir que se le considera corajudo, simpático e ingenioso. Las cabras y los cabros son muchachos o muchachas que, si por añadidura, son caballas, colman el gusto por su bella figura. El pajarón es un colgado, poco avisado, que si se quiere pasar de listo - avisparse - le van a pegar sus puñetes -irse de ala o de aletas. Un tonto simplón es un pavo y un gallina es un cobarde, así como el incauto es un zorzal; el abusador embaucador es un tiburón, el mirón encubierto, un sapo, y el distraído y boquiaberto un ganso. Con esos y otros términos, la gente en su lenguaje coloquial hace toda surte de combinaciones ingeniosas y simpáticas para caracterizar a hombres y mujeres de su entorno más próximo.


* Lizardo Piña Vargas es filólogo, especialista en literatura, profesor de español

ACTIVIDADES

1.- Cómo se conforma el español en Chile.
2.- Qué trascendencia tienen las diferencias sociales en el idioma.
3.- Qué son los regionalismos léxicos.
4.- Mencione ejemplos de variables diatópicas.
5.- Según el texto...¿Somos cariñosos o apocados?
6.- Explique de qué modo marcan presencia los animales en el lenguaje coloquial de Chile.
7.- Comenta y expresa tus ideas respecto a este tema.

éxito, trabajo y amor

TRABAJO Y AMOR
" Cuando la mano de color de arcilla, se convirtió en arcilla, cuando los pequeños párpados se cerraron, llenos de ásperos muros………Quedó la exactitud enarbolada : el alto sitio de la aurora humana " (P. Neruda)

Fue ahí, en lo más alto de la poesía, donde los seres humanos supimos que el trabajo era sólo una extensión de nuestro espíritu, la manifestación de nuestros sueños, la voz del demiurgo que habita en cada ser humano, creador por excelencia. Recurro a la memoria y escucho la iluminada voz de la madre Teresa de Calcuta …”lo que importa, es cuanto amor ponemos en el trabajo que realizamos.” Pensamientos similares en altura y temática, los hay por todo el acervo mundial; así por ejemplo, Paracelso, el legendario médico suizo, citaba al amor como uno de los cuatro pilares que sustentan la medicina. Es el mismo Paracelso, quien en relación al tema de la educación y la actividad laboral, sentencia… “aquel que piensa que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las frutillas, nada sabe acerca de las uvas”. Ni que decir de la obra de Erich Fromm, quien otorga al concepto de amor al trabajo y al perfeccionamiento constante, la elevada condición de constituir los únicos valores capaces de liberar el acongojado espíritu del ser humano.
Ahora bien, aceptemos que es natural y noble condición humana la de aspirar a metas superiores, aspirar digámoslo sin tapujos, al éxito ( Éxito, palabra desde luego hoy muy en boga a la par de glamorosa y sensual). Pero qué significa éxito en la mentalidad contemporánea, ¿Es acaso la condición social la que sutilmente se insinúa? ¿Será tal vez la acumulación compulsiva de trofeos ? ¿Es un acaparamiento materialista de índole meramente económica? ¿O bien es aquella naturaleza íntima, generosa, trascendente que eleva el espíritu? ¿Es un triunfo sobre los demás o sobre nosotros mismos?... Interrogantes que nos recuerdan la eterna dicotomía entre el ser y el tener.
Pues bien, personalmente creo que el verdadero éxito, el triunfo, como todos los actos humanos, revela múltiples proyecciones. Me detengo sólo en algunas : Existe una victoria o éxito que es casi una bendición, una suerte de epifanía mística. Es aquel logro que no ha sido buscado y llega sólo a quienes han amado a tal punto su oficio, su arte, que dedicaron todas sus potencialidades al desempeño de su labor. El mundo los coloca en sitiales de honor y las generaciones, una tras otra, reconocen y agradecen sus logros. Otros, buscan la superación porque aspiran a expresarse en mayor plenitud; imaginan que elevando el perfil de sus labores podrán servir intereses íntimos y pluralistas que asisten al bien común. Este es el triunfo de aquellos que poseen un espíritu solidario de convicción y perseverancia inquebrantable. Pero hay también aquellos que sienten la voracidad del triunfo. Necesitan presumir un talento que creen poseer, o precisan del éxito para diluir la amargura de un complejo, o bien para vivir la embriaguez pirotécnica, efímera, del poder y la gloria. Yo los increpo y pregunto: ¿Cuál es el éxito que atesoran UDS.?
Como vuestro profesor, he recorrido expectante las hojas de sus cuadernos. Allí, como si fuera una proyección de vuestras almas, solía encontrar sueños y desilusiones, junto a la armadura de caballero andante, yacía la soledad de un corazón roto. La vida siempre tiene muchos colores. Pero toda vez, reconocí en sus actos, la impronta de espíritus inquietos, generosos, cercanos a la convivencia fraternal más que a la competencia descarada. Este singular conocimiento, me permite hoy afirmar con fe pública, que cada uno de Uds., ha llegado aquí sujeto a un acto de amor; amor a sí mismos, amor al trabajo, amor al prójimo, amor a Dios, porque el objetivo último que los alienta, es crecer, qué duda cabe. Crecer íntegramente, en lo académico y en lo espiritual.
Sepan pues, queridos ex alumnos, que al crecer UDS., crece la patria, crece nuestra civilización. Este es el verdadero éxito, el verdadero triunfo. Lo digo de una buena vez, con la convicción que otorgan los años y la meditación permanente, el amor, solamente el amor, es la vara para medir el éxito.
Por último, pido solemnemente que en su calidad de alumnos titulados en la Escuela Agrícola Superior de Molina, cuando depositen la semilla en el surco, no olviden dar gracias a DIOS. Vayan pues por el mundo, con sus inquietudes y expectativas, en busca siempre de lo imposible, que en verdad es el único sueño que vale la vida alcanzar y vivir.

Héctor Zamorano Rojas
Profesor de Lengua Castellana
Universidad de Talca
Liceo Polivalente de Teno
Universidad del Mar
Y semillas, venidas quién sabe de dónde, llegaron...
(La Tierra, Pedro Prado)
Alumnus Grex:

Este año ha sido un derroche de acontecimientos verdaderamente inusuales. La nieve sacude territorios donde gobernaba la hortaliza, los gobernantes se convencen de la certera proximidad de una catástrofe climática, se expanden los límites del universo, la noosfera alcanza niveles de plenitud y presagia nuevos tiempos. Ustedes, han sido y seguirán siendo, espectadores privilegiados de sucesos que modificarán el futuro de la humanidad.
Nadie se puede resistir a la porfía de este año, nadie alcanza a ignorar su corteza emocional, su duro afán de perdurar en la memoria, su elevada estatura de volcán, su metálico sonido de luna plena. Un año que quedará colgado para siempre en las vitrinas de la memoria.
Siento que han vivido, en el transcurso lento de estos meses, días de profundos surcos, han transitado senderos que solidificarán y se proyectarán en la vorágine del tiempo. Cada uno de UDS., con su propio equipaje, con sus propias expectativas , ha superado la oscuridad de mitos arcaicos, falacias retrógradas, aquellos molinos de viento que ocultaban el horizonte. UDS., ya dejaron atrás los primeros temores, la insoslayable soledad de enfrentar lo incógnito. La sospecha de que frente a nosotros se revela un continente ignoto e indómito, queda, a partir de este insigne año, como propiedad del pasado; un breve pero tenaz pretérito, que vuestro acervo y espíritu superan sin apremios.
Lo porvenir, lo inesperado, sólo son quietas aguas a la deriva, territorios que UDS., con su ímpetu de juventud, con su aliento innovador podrán manejar a vuestro albedrío. La empresa que les espera, no es más que una gestión de ingenio creatividad y valor. En vuestro interior, se forja y crece la sustancia inmaterial ante la cual la quiromancia del futuro se rinde estéril.
La virtud les pertenece, es la calidad de hijos de Dios que cada uno de UDS., hereda, amerita y sostiene en su esencia... Cuando depositen la semilla en la tierra, den gracias a Dios.
Alumnus Grex... fuisteis en un principio; en adelante Licentiatur será vuestro honor. Investidura que los acredita como aptos para el ejercicio idóneo de una profesión. La de UDS., es crear, crear vida, árboles, frutos, productos que gea engendra y deposita en la sabiduría de vuestras manos, en sus corazones, porque aquello que UDS., labran, protegen y fortifican, más que un producto, es amor. Amor, fuerza motriz de todo sueño.
Herederos de Don Quijote, de Amadís, de Pitágoras, de Hermes Trismegisto. Lobos de la estepa, discípulos de Artemisa o Diana la cazadora...cúmplanse vuestros designios.

A UDS., increpo...

Seamos realistas, vamos en busca de lo imposible.


Héctor Zamorano Rojas.

domingo, 23 de octubre de 2011

De la olvidada naturaleza de la vendimia y sus bacanales.



Por los meses de marzo y abril, Curicó es vendimia. El viajero que arriba a estas tierras, o simplemente cruza por sus veredas con extranjero destino, ha de decodificar en su sistema sensorial, la frescura amarillenta de la vendimia. Es la piel tersa de la uva que flota su policromía inflando el día de aromas telúricos, sensuales, atávicos. Un arco iris de perfumes que  vuela desde los balcones de los álamos hasta las  ventanillas de los trenes en fuga;  aromas etílicos que aletean en la techumbre oxidada del otoño,  una sinfonía aromática que atraviesa delicada  la longitud rutinaria de la arquitectura de plazas y templos. Por estos días, la tierra morena y voluptuosa, se cambia faldas y camisas y se asoma generosa a las bodegas donde se recibe el racimo recién cortado del paisaje maulino y bucólico.


Reminiscencias dáctiles, afrodisiacas, exóticas, cabalísticas, recorren la foresta
otoñada en ancas del viento. El sol deja caer las últimas monedas del estío sobre el fruto redondo y adolescente. Es el milagro de la vida, es la música universal en la plenitud del pentagrama. Ritual sagrado que se repite mimético a través de los tiempos en aquellas campiñas que han sido benditas con la alucinación del sarmiento. Un rito ancestral, cuyo periplo, certificado por el rigor de la arqueología, data de la antigua cultura grecolatina. Herederos de la tradición filosófica ateniense, heredamos además el cultivo de la vid y sus abluciones. Recordemos o quizás, rescatemos, el origen hondamente religioso que alentaba el espíritu de las festividades de la vendimia, ritual carnavalesco que consideraba cuatro etapas relacionadas con el proceso de elaboración del vino: Oscoforias, leneas, antesterias y dionisiacas; esto es : poda, nacimiento de pámpanos, maduración y  vino, respectivamente. El vino vuluptuoso ligado a la divinidad : Dionisios,para los griegos, Baco para los romanos. Aún conservamos el sentido místico del vino en creencias religiosas contemporáneas..., sangre de Cristo...,corpus cristis.
La tradición cristiana, otorga al vino la denotación privilegiada de ser un nexo espiritual de la condición humana, con la condición divina. La comunión esencial hombre-divinidad.

La oración nos acerca a Dios, nos comunica directamente con Dios, la palabra como nexo o cordón umbilical; con la comunión, esto es con el vino -sumo telúrico - somos uno con Dios. La divinidad se revela en este acto de entrega mutua, amorosa y espiritual. Aceptamos a Dios y a la vez, nos ofrecemos a Él, que es espíritu.., unión de luz, glorificada en el vino.

¡¡ Oíd pues, incrédulos mortales, habitantes y transeúntes de este Curicó insomne, planetario…Recordad que en vuestras libaciones estáis aceptando a Dios !!

Vamos pues en alegre romería, a recorrer la campiña curicana. Disfrutemos del goce visual y sensual que nos brinda la incomparable época de vendimias.
Lleven bajo el brazo la lámpara poética de Omar khayyám, o el cañón temerario de Pablo de Rokha, o la delicadeza labial de Emma Jauch. Poesía para deshojar verso a verso en las copas pletóricas de la vid.
Salud hermanos.
Salud.

H. Zamorano

Actividades:
1.- Características presentes de un ensayo.
2.- Tipo de ensayo.
3.- Partes de un ensayo (introducción, argumentación, conclusión)
4.- Tema.
5.- Idea principal.
6.- Vocabulario.
7.- Comentario.